martes, 11 de mayo de 2010

Otros Bicentenarios

Por qué "otros bicentenarios"
"Ayer y hoy nos reunimos muchas personas de diversos territorios de América Latina y de nuestro país para recordar los 200 rulos de la Revolución de Mayo: Denominamos a nuestros eventos: "Otros bicentenarios", uno más de otros tantos; parcialidades que no necesariamente remiten a la misma unidad ya que reservamos y respetamos la pretensión de la imaginaria unidad para los festejos oficiales.

Las efemérides funcionan como oportunidad para pensarnos como sociedad y en tal sentido este Bicentenario de la Revolución de Mayo nos invita a la reflexión de nuestra historia, nuestros orígenes, nuestro presente desde muchos puntos de vista. Desde hace un tiempo venimos escuchando ensambles de voces que por momentos componen una música que acepta las reglas de la consonancia y en otros percibimos "voces otras" que pareciera romper los códigos de la tonalidad para generar imágenes musicales disonantes plenas de belleza y creatividad. Es cuando intervienen otros pensamientos de `de otros tiempos` (intelectuales indígenas o los que pensaron `otras naciones` como Artigas, Güemes, Quiroga) y las novedosas ideas que discute la América Latina; todos imbricados en un "aquí y ahora" con la urgencia de las poblaciones que apuestan a un cambio para lograr una sociedad más justa y equitativa

Aníbal Quijano nos alerta del peligro de los latinoamericanos de mirarnos en un espejo que nos devuelve una imagen parcial y equivocada de lo que somos `Y como resultado no podemos nunca identificar nuestros verdaderos problemas, mucho menos resolverlos, a no ser de una manera parcial y distorsionada`.

Por eso cuando buceamos los orígenes del Estado nación argentino es necesario, a mi juicio, partir de aquello otro que había quedado atrás y que los historiadores llamaron historia colonial y supone revisar el modo de apropiación de los territorios, la relación con las poblaciones enmarcadas en la idea de razas inferiores que justificó la exigencia de una productividad en aumento de minas y plantaciones hasta llegar al exterminio como comunidades. Territorios y recursos naturales fueron los objetivos de apropiación; poblaciones subalterinizadas e inferiorizadas, culturas invisibilizadas y una economía dependiendo de metrópolis externas fueron rasgos que perduraron y que hoy los denominamos "colonialidad del poder y del saber".

El país se fue conformando con un entretejido en tensión alrededor de pensamientos como los de Belgrano, Moreno, Scalabrini Ortiz, Jauretche con los de Saavedra, Sarmiento, Carlos Bunge, etc.; no obstante, hoy está más habilitado para recibir pensamientos latinoamericanos como los de José Martí o interesarse por los intelectuales indígenas como el de Guaman Poma de Ayala o Fausto " Reinaga. Sin embargo en aspectos económicos y sociales mucho de lo conseguido en el siglo XX, que se ha vuelto a perder dictadura y neoliberalismo mediante.

Hoy como en el Centenario, el país aparece como un gran productor agrario con una alta capacidad de producción de cereales y oleaginosas cuyo "desarrollo" nació y se consolidó en los mercados internacionales. De 1880 a 1930 hubo un deslumbrante desarrollo basado en la agroexportación y en 1906 se descubre el primer pozo petrolero, en la quebrada de Galarza, cerca del campamento Vespucio y si bien lo encuentra un local y lo denomina Pozo Argentino, la Standard Oil imagina enseguida la estrategia de unificar los pozos de Salta con Tarija donde ya operaba. Hoy, como en 1910, una actividad agraria exportadora (ahora ni siquiera de granos alimentarios) y las corporaciones transnacionales extractivas dominan el espacio económico.

Volvemos a necesitar democratizar las decisiones sobre qué país queremos, cómo queremos utilizar los recursos naturales, cómo resguardamos la soberanía alimentaría y esa naturaleza que junto a todas esas diversas poblaciones, originarias, criollos, inmigrantes de todos los tiempos (también los últimos), representan lo más valioso que tenemos como Nación (esa que deseamos ser).

Norma Giarracca Socióloga. Titular de Sociología Rural e investigadora del Instituto Gino Germani- UBA.
 

 

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